Este fin de semana descubrí para que sirven las baldosas de la calle ¿qué no lo sabéis? Pues es muy fácil, para meterme debajo de ellas, sí como lo oís.
Mi pequeña ha decidido con sus 16 meses que aquí manda ella y que si no hacemos lo que ella quiere, a pesar de estar en mayo, arma la mariorena.
Hemos comenzado con las rabietas, pero de las fuertes, de estas de chillar, gritar, llorar, tirarse al suelo de la calle y patalear mientras las personas que pasan a tú lado se quedan boquiabiertas, murmurando y cuchicheando mientras tú pasas la vergüenza de tú vida y dices: ¡¡VOY A LEVANTAR UNA BALDOSA DEL SUELO Y ME METO DEBAJO DE ELLA!!.
Y ahora la pregunta del millón: ¿qué hago, cómo actúo?
Primero decir que las rabietas son conductas normales en el desarrollo de l@s niñ@s que ante su ignorancia en como expresar su ira, su desacuerdo... lo manifiestan de manera descontrolada y desaparecerán cuando vaya entendiendo que no son la solución para conseguir todo lo que quieren.
Ante ellas lo primero de todo es mantener la calma, no perder los nervios, y se que es difícil, pero es la única manera de poder afrontar bien esta situación y que ellos no vean firmes en ese momento.
Tampoco debemos ceder a este "chantaje", porque en verdad lo que hace nuestr@ pequeñ@ es chantajearnos para atender su petición, y con una sola vez que aceptemos reforzaremos la idea que tienen de que ante una rabieta suya conseguirá lo que quiera en cada momento.
Y un punto que me parece muy importante es que las decisiones deben ser conjuntas en la unidad familiar, que no vea que aunque mamá le diga que no tiene un aliado en su papá, abuel@s, tí@s... puesto que sabrá que de una u otra manera será fácil conseguir su objetivo.
La dosis de cariño por nuestra parte en estos momentos también son necesarias y en los momentos de rabia puede ser efectivo para calmarse.
Tenemos que conseguir que entienda que sus rabietas no son la solución a "sus problemas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario