Una vez damos a luz se corta una de las uniones que durante nueve meses hemos tenido con nuestr@ pequeñ@: el Cordón umbilical.
Este tubo, provisto de dos arterias y una vena, ha realizado un papel muy importante durante el embarazo, ya que a través de él se ha provisto de oxígeno, anhídrido carbónico y nutrientes a nuestr@ pequeñ@.
Se sabe que la sangre contenida en su interior posee gran cantidad de células madre que se pueden utilizar para el tratamiento de ciertas enfermedades, como por ejemplo la leucemia, disminuyendo el riesgo de rechazo. Para ello se recoge el cordón umbilical tras el parto y se envía a los Bancos de cordón existentes, ya sean públicos o privados.
Una vez pinzado y cortado el cordón umbilical queda un muñón que debemos de cuidar, pero ¿cómo debemos hacerlo?:
- Aplicaremos alcohol de 70 grados o bien cristalmina en el mismo y lo limpiaremos con una gasa con suavidad. Nunca utilizaremos productos yodados.
- No se recomienda colocar gasa sino mantenerlo al aire para que se seque.
- Esta cura la realizaremos varias veces al día: tras los cambios de pañal o el baño, y aunque su caída suele producirse a los 5-10 días debemos seguir realizando la cura hasta unos 10- 15 días después de su caída
- Si observamos que la zona está enrojecida, aparece secreción o sangre, mal olor... acudir a su pediatra para que lo vea porque puede haberse infectado y habrá que tratarlo convenientemente.
MI RECOMENDACIÓN: MANIPULAR EL CORDÓN CON GRAN CUIDADO Y LIMPIEZA PARA EVITAR INFECCIONES.
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